No es lo «justo» ni mucho menos «lo solidario» lo que determina los precios de los productos dentro del mercado en un país determinado, ni en una sociedad donde se cuentan con las condiciones apropiadas.
Es indispensable y necesario romper con el paradigma de lo «justo» dentro de la economía Venezolana, dar un vuelco de 180° dentro de nuestra sociedad y erradicar la falacia del control del Estado que ha estado asfixiando nuestro desarrollo por más de 60 años. Entendamos que en una economía totalmente sólida, son los consumidores y comerciantes quienes bajo la relación directa con la oferta y la demanda determinan los precios de los productos y servicios del mercado. En pocas palabras quien desee vender a precios elevados, puede hacerlo sin restricción alguna, pero por otro lado para quienes quieran vender a precios más bajos, son totalmente autónomos de tomar dicha decisión. Cada ciudadano es totalmente independiente para decidir en qué lugar puede satisfacer sus necesidades de acuerdo a sus preferencias, en sí, esa es la verdadera esencia del libre mercado y de las garantías económicas que como liberales ofrecemos para nuestra Venezuela.
Es momento de detener el control totalitario que ha caracterizado por tanto tiempo el intervencionismo del Estado en el mercado, nuestro objetivo va más allá de las circunstancias de la que hoy somos testigos y que nos están dando una lección de cómo superar las adversidades que padecemos. Las mafias, el desabastecimiento y el infortunio son consecuencias inmediatas de políticas erróneas que han limitado la inversión y que a su vez se traduce en el largo plazo a la pérdida en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Para lograr esa estabilidad económica, es imprescindible crear mecanismos que incentiven la inversión privada en los distintos sectores de producción y que a su vez se generen las condiciones de competitividad e igualdad jurídica, unas condiciones donde se beneficien todos los involucrados, y que al final todo lo antes descrito pueda traducirse en un enorme potencial, donde nuestras decisiones son importantes, donde cada ciudadano tenga la autonomía e independencia suficiente para elegir como se le plazca. Haciéndose realidad lo antes mencionado en estas líneas, podremos decir que más temprano que tarde sentarán las bases del crecimiento en la calidad de vida de los ciudadanos y que hemos logrado con éxito conquistar la razón de la libertad económica en todos los sentidos.
Renzo José Meza (@RenzoJMeza)
Secretario político estadal de @VenteBarinas