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Por Williams Perdomo

En Falcón, ciudadanos han demostrado que la sociedad civil es la que siempre da el primer paso para resolver los problemas. Yanira León, coordinadora de Vente Venezuela en el estado, sostiene que es necesario lograr un cambio político en el país para instaurar un Estado de Derecho que permita un desarrollo turístico que no dañe el ecosistema. Para ello, su propuesta es liberal”

(Caracas 14.08.2020) Las hermosas playas de Falcón se convirtieron en el reflejo del socialismo. Al oeste de la costa venezolana ocurre un ecocidio. Así lo han explicado ambientalistas. Desde el viernes 31 de julio se registró un derrame petrolero en las playas del estado. Luego de dos semanas la situación se ha agravado, amenazando la vida de la flora y la fauna de la zona. El derrame petrolero abarca más de cuatro kilómetros de costa desde el Golfo Triste.

La presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología, Velisa Morón, explicó que, según las imágenes satelitales, se estima que en las costas de los estados de Carabobo y Falcón se registró un derrame de al menos 20 mil barriles de petróleo. La situación ha afectado a los cayos del Parque Nacional Morrocoy, uno de los destinos turísticos más atractivos del país, Tucacas y otras zonas aledañas. La experta explicó que el derrame coincidió con la época reproductiva de las especies de coral.

Y aunque los daños ambientales son preocupantes, los ciudadanos y las zonas económicas también se han visto afectadas por la situación.

Yanira León, coordinadora de Vente Venezuela en la entidad, explicó que lo ocurrido no es nuevo y se debe -en parte- por las concesiones que se les han otorgado a otros países, sin considerar a los falconianos.

“En esta situación no solo se afectó a la naturaleza, sino también el sustento de los pesqueros y de las demás personas que trabajan en el turismo. Están afectados porque su trabajo está siendo afectado por toda esta situación”, dijo León.

Agregó que no solo se están viendo perjudicados por el derrame petrolero, sino también por proyectos turísticos que no cuentan con una buena planificación, ni involucra a las personas que conocen y han trabajado durante años en la zona.

“No se debe permitir que otros países hagan lo que quieran con nuestro estado, que es lo que ha venido pasando. Una demostración de eso son los daños a los mangles que están siendo contaminados para dar paso a las construcciones turísticas, sin contar con la participación de la ciudadanía”, sostuvo.
Añadió: “Esto no es algo de ahorita, ya tienen meses acabando con el ecosistema marino y nadie está actuando para evitarlo. Por el derrame, hay daños irreversibles, por eso se considera un ecocidio. Para recuperarlo debe establecerse de nuevo un Estado de Derecho que cumpla con las normas ambientales”.

León resaltó que para que la situación mejore, se debe lograr un cambio político en el país que permita el retorno de la democracia y del Estado de derecho. Señaló que, a su juicio, se debe implementar una visión liberal para la recuperación turística no solo de Falcón, sino de todo el país.

“Hay que incluir a especialistas en áreas de ambiente y buscar soluciones que están afectando estas zonas. Y para eso, debe existir un cambio político porque en estos 20 años lo que ha habido es destrucción. Necesitamos un gobierno que ponga el desarrollo turístico como su centro, pero de la mano de expertos en la materia. Desde un punto de vista liberal es algo que debe ocurrir en cada estado como estados federales para implementar un modelo diferente que lo que ha traído es miseria”, indicó.

Pero no es solamente un trabajo que involucre solo al gobierno, es necesaria la participación de toda la sociedad civil y de la empresa privada para poder construir un proyecto turístico que genere desarrollo, pero protegiendo también al medio ambiente.

“Hay que iniciar un trabajo entre la empresa privada y los ciudadanos para la recuperación de las costas falconianas. Pero esto siempre en beneficio de los ciudadanos. Esa zona tiene que ser de Falcón como parte de su turismo y que cuente con lo necesario para que se convierta en una vía de desarrollo y progreso para todos los habitantes de las zona”.

La coordinadora de Vente en ese estado, sabe que la situación trasciende nuestras fronteras. Por ello, exhorta a los organismos internacionales a poner su mirada sobre lo que está ocurriendo en el país. “Los organismos internacionales deben atender lo que está ocurriendo en Venezuela porque estos daños ambientales no son solo significativos para los venezolanos, sino que afecta al mundo porque la vida depende del ecosistema. En Venezuela no existe una gran conciencia ambientalistas y sin duda en estos municipios hay que apoyar a los ciudadanos porque es muy triste el daño que está sufriendo la naturaleza y la recuperación será difícil”.

Sociedad civil, símbolo de resistencia

Yanira León aseguró que los falconianos demostraron que la ciudadanía es la que resuelve los problemas de nuestro entorno. El régimen no ha dado respuesta, ni solución a lo que ocurre, mientras miles de ciudadanos se organizan de la mano de la empresa privada y diversas organizaciones no gubernamentales para dar una solución a lo que ocurre en las costas de Falcón.

“En Tucacas, la sociedad civil se organizó juntos a los gremios y fundaciones y fueron ellos los que iniciaron las acciones inmediatas, pero a su alcance que es limitado. Pero el falconiano no se rinde, aquí seguimos luchando y trabajando por liberar a Falcón que tiene grandes recursos y nosotros desde Vente tenemos una propuesta de desarrollo turísticos para recuperarlo”.

A pesar del difícil momento que viven las costas venezolanas, la situación ha permitido demostrar que la sociedad civil siempre triunfa, aunque esté cuarteada su libertad. Así son los venezolanos, en Falcón y en todos los estados, no esperan que alguien les resuelva el problema.

El primer paso siempre lo dan los ciudadanos, en libertad esa será la mejor armar para reconstruir a un país que intentaron destruir, pero que se levantó porque su ciudadanía siempre se mantuvo de pie sin importar las dificultades. Es así como se ha escrito la historia y se seguirá escribiendo.