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En la madrugada del 8 de septiembre sucedió uno de los eventos naturales que, lamentablemente, agudizó el sufrimiento de los habitantes del sur de Maracay. Una fuerte lluvia que empezó pasada la medianoche, despertó la furia del Río Madre Vieja, lo que ocasionó el desbordamiento del mismo afectando severamente a los habitantes del sur de la ciudad, principalmente Mata Redonda y La Punta.

Pocos días antes ya el río había salido de su canal, pero los daños ocasionados no habían sido tan fuerte como ahora. Sin embargo, desde Río Blanco se escuchaban los gritos de alerta de los vecinos de la zona, ya que se rumoraba de una presunta grieta que había sufrido el muro de contención debido a la fuerza del Lago de Valencia.

Llega la madrugada del 8 de septiembre, y a través de grupos de WhatsApp todos estábamos alerta, tomando las previsiones necesarias «ante cualquier cosa». Yo me encontraba sacando agua de mi casa, ya que los inodoros estaban colapsados y mi calle de esquina a esquina anegada. No pudimos dormir.

Pero quienes la estaban pasando peor eran los habitantes de las comunidades más afectadas, las cuales son: Mata Redonda, La Punta, La Esmeralda, La Esmeraldita, Casanova Godoy, Palma Real, Rómulo Gallegos y La Haciendita; los vecinos amanecieron con el agua dentro de sus casas, con el agua que les llegaba a la cintura. Muchos han permanecido en el techo junto a sus mascotas e hijos, para evitar mordeduras de serpientes, y otros animales que podrían estar bajo del agua. Han pasado dos semanas y aun las calles de Mata Redonda y La Punta siguen anegadas.

Esta tragedia se ha repetido en años pasados, como por ejemplo el año 2017, año en el que también se vio afectada Paraparal.

 

Breve historia

 

En los años 70, la alcaldía de Girardot otorgó el permiso para construir estas urbanizaciones que formarían parte de «La nueva Maracay» en la parroquia Pedro José Ovalles; en estas urbanizaciones yacían quintales para la clase media, pero años después empezó la amenaza del Lago de Valencia y el río Madre Vieja que desemboca en dicho lago.

Tras este tipo de tragedia que viven repetidamente los habitantes del sur, han hecho denuncias a los organismos competentes. Posteriormente, el Tribunal Supremo de Justicia decidió que la zona no era apta para vivir, por lo que se debió realizar la indemnización a los propietarios de las viviendas. Esta misma sentencia lleva más de 10 años siendo ignorada por el gobierno de aquel entonces y, ahora, régimen criminal.

Reseñada esta breve historia, cabe acotar que el régimen lo único que ha hecho durante años es prometer una supuesta solución que consiste en solo «reparar» daños ocasionados en el muro de contención, lo cual es una burla para esas familias que están expuestas al peligro y sin respuesta alguna de sus indemnizaciones; además, las bombas de achique no funcionan y desde hace mucho que no se le hace su mantenimiento correspondiente.

Las personas que están ahí no están porque ellos son «sinvergüenzas», tal como algunos se han atrevido a llamarles; están ahí porque no tienen a donde ir, y porque han pasado más de una década esperando por una respuesta que parece no llegar.

El sur de Maracay no solo está bajo el agua, sino también en total abandono.

 

Jubelys Álvarez

@jubelysmab