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Es más que obvio que ideologías como: el socialismo, el comunismo y todos sus derivados, son el fiel sinónimo del significado que poseen las palabras -miseria y devastación-, que a lo largo de la historia reciente ha dejado rastros nocivos en países como: Cuba, Nicaragua, Corea del Norte y por supuesto en nuestra Venezuela, en dónde se demuestra el fracaso que subyace en una ideología que solo paraliza el desarrollo de estas naciones.

Pero para muchos es una verdadera incógnita que -quizás- por falta de formación e investigación, dicha duda se hace presente en la conciencia de los ciudadanos: ¿Si el comunismo no sirve, qué ruta debería tomar Venezuela para que sea ese país que tanto soñamos?

Mi respuesta ante esta pregunta es sin dudas afirmativa: sí, sí existe una vía, una filosofía política, económica y social que se distingue por generar calidad de vida, que es la responsable de que países alguna vez arruinados e inmersos en complicaciones, hoy encabecen los principales índices de progreso económico, de respeto a la propiedad, de desarrollo humano existentes a nivel mundial, y sin miedo de equivocarme puedo afirmar que esta doctrina será el medio más eficiente que nos servirá para lograr la Venezuela «Tierra de Gracia» que nos merecemos.

Alguien expresó alguna vez que cuando una nación conquista la libertad, recupera de la misma manera la prosperidad que se relaciona estrechamente con el logro emancipación; ese -en principio- es uno de los fundamentos más relevantes que cobija estas iniciativas políticas y que recogerán los fragmentos de progreso y desarrollo secuestrados en nuestro país tras más de 20 años de retroceso causados por el chavismo.

En esencia, el concepto de la totalidad de esta expresión, una vez lograda la caída del Estado Criminal que gobierna nuestro país, está enmarcado en recuperar la tan extrañada soberanía ciudadana, dónde todos -cualquier venezolano- tenga la autonomía y el derecho de ser dueño de sus propias decisiones. En pocas palabras, que cualquiera de nosotros pueda comprar, acceder, y gozar de las mieles de la abundancia a la hora, de la manera y en el lugar donde queramos. Claro, siempre y cuando estás decisiones no dañen a terceras personas.

En definitiva existe una ruta y es el liberalismo, que apuesta por el resurgir del territorio venezolano, que cree en las virtudes y en las bondades del conocimiento innato de nuestro gentilicio, una vía que en lo absoluto coloca como prioridad aprovechar los recursos existentes, crear riquezas; donde el esfuerzo, el mérito y la persistencia sirvan de base para el desarrollo del progreso económico. Nuestra postura es una completa realidad, representada en los indicadores de naciones como: Australia, Suecia, Dinamarca y Nueva Zelanda, que nos pueden servir de espejo y motivación para avanzar valientemente con pasos firmes, marcando un precedente nunca antes visto.

En otro sentido, y aunque ya muchas veces lo he mencionado en artículos anteriores, no me cansaré de repetirlo ya que es sumamente necesario como urgente recuperar el Estado de Derecho dejado en el olvido por quienes hoy tienen secuestrado el poder. La visión que se tiene para nuestro país representa el golpe más claro que se debe dar sobre la mesa de la corrupción dentro de todos los niveles de la administración pública, disipar el abuso de poder patrocinado por el socialismo venezolano es una prioridad, que se genere un balance y una división eficiente de los poderes públicos, sentar las bases de una justicia que se distinga por posicionar a todos los ciudadanos en una igualdad ante la ley, incluyendo quienes participemos en la transformación de nuestro país igualmente debemos estar sujetos al absoluto respeto por las normas que existan en la nueva Venezuela.

Para culminar, deseo que estás palabras puedan trascender más allá de quienes pertenecemos a Vente, quiero que estos párrafos puedan llegar a esos ciudadanos que de cierta medida mantienen la esperanza de vivir en mejores condiciones: Es necesario que como venezolanos podamos entender, sin dejar de lado la salida de los usurpadores, que existe una solución, una ruta que conllevará a la prosperidad y al redescubrimiento de las libertades individuales, y si señores, porque así lo demuestran los datos, es la ruta que sin lugar a dudas si que funciona.

Renzo José Meza
Licenciado en Contaduría Pública
Secretario político estadal de Vente Barinas
@RenzoJMeza