(Barinas. 19/10/2020) El Alcalde -como primera autoridad municipal- tiene entre sus competencias, de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, en el Artículo 56: «La gestión en materias de cementerios y servicios funerarios».
Ahora bien, una cosa es lo que establece la legislación vigente, y otra muy distinta es lo que vemos a lo largo y ancho del territorio nacional.
Vamos a abordar el caso particular de nuestro municipio: En Barinas podemos destacar varios camposanto, comenzando por el Cementerio El Carmen, construido en las adyacencias del Cementerio Viejo (1849-1909) e inaugurado en el año 1910, el cual estuvo operativo hasta 1962. En la actualidad presenta un estado avanzado de deterioro y es preocupante para muchos barineses que parte importante de nuestra historia se pierda allí. Por lo que necesitamos rescatar la propuesta del cronista del municipio y convertir estas instalaciones en un museo.
El cementerio principal Nuestra Señora del Pilar depende de la municipalidad y es el que sirve de camposanto para la mayoría de las parroquias urbanas, foráneas e inclusive otros municipios del estado. Este de igual manera hasta hace una semana presentaba un gran deterioro, y fue limpiado ya que se acerca el día de los Santos Difuntos y parece que es la única vez al año que el cementerio muestra una cara al menos sin la maleza y el monte que lo caracteriza el resto de los días del año.
También tenemos el Cementerio Nuestra Señora del Real, el cual es el único en el municipio que es privado y solamente la alcaldía otorga la permisología correspondiente. Es una muestra de que la gestión de servicios públicos, bajo la administración de la empresa privada, funciona de manera adecuada.
De igual manera existen otros pequeños cementerios ubicados en las parroquias foráneas, las cuales están más alejadas de la capital, pero que igual presentan un completo abandono por parte de las autoridades municipales; el dolor de sus deudos se hace presente cada vez que tratan de visitar a sus familiares y se encuentran frente a la desidia gubernamental, en casos como el de Quebrada Seca, parroquia Alfredo Arvelo Larriva, los ciudadanos asumieron la responsabilidad de limpiar y mantener las instalaciones de su cementerio.
En todos los cementerios ubicados en la ciudad, hemos sido testigo de como la ineficiencia e inoperancia de quienes tienen la obligación constitucional de velar por el resguardo y la operatividad de sus instalaciones, ha dado como resultado que cada día observemos como la maleza, la delincuencia organizada, e inclusive hasta la profanación de tumbas se hacen presentes en estos camposantos.
Existe una pequeña oficina donde se tramitan los permisos correspondientes para las inhumaciones, que dado los costos de un sepelio (60 dólares), algunas personas optan por enterrar sus deudos en los espacios entre las tumbas, sin el uso de cemento porque no tienen para cubrir el gasto completo.
Es doloroso ver que el último sitio de reposo para los barineses, sea una muestra más de la destrucción a la que el régimen socialista ha sumergido a nuestro país, los venezolanos no merecemos que el Estado fallido nos someta a tantas humillaciones y vejaciones. Necesitamos convertir estos espacios en sitios donde los deudos le puedan dar a sus familiares el último adiós, sin el temor a ser asaltados; donde puedan ir a visitar a las personas que estén allí enterradas, sin la preocupación de no saber dónde están por que el monte y la maleza los cubre; donde puedan construir una tumba adecuada, sin que esta sea desvalijada.
Todo esto es posible, pero sólo al salir del régimen que tiene secuestrado el poder en Venezuela, sólo allí podremos empezar a construir un mejor país.
¡Barinas, piensa en grande!
César Tablante Serrano
TSU en Contaduría Pública
Coordinador estadal de comunicaciones de Vente Barinas
@cesartablante