El pensamiento de Platón ante las circunstancias que hoy estamos atestiguando cobran una notoria vigencia. Platón afirmaba que el principal motivo por el cual Atenas sucumbiría como potencia era la democracia, ya que según él reconocía que el problema radicaba en que quienes participaban en el ejercicio de la democracia eran mayorías que por lo general no estaban los suficientemente educadas para ejercer un voto con conciencia. Desgraciadamente para tanto para nuestra Venezuela como para Latinoamérica las decisiones que tomadas provienen del sentimentalismo, de la emoción y el fervor intenso que puede ser causado por un discurso, más no del razonamiento lógico que debería surgir de este mismo.
El desequilibrio que ha mostrado toda Latinoamérica en las últimas décadas y especialmente nuestro país es, en mi consideración personal producto de una serie de errores particulares que han encaminado a nuestras naciones por un rumbo totalmente equivocado en los últimos años y, aún en la actualidad, muchos ciudadanos aún siguen comentiendo.
La historia de la política en los años recientes confirma que sin importar las características que diferencian a los países de toda nuestra región, todos tienen algo en común, y es que sin importar su ubicación, su cultura y sus rasgos, los ciudadanos terminan sucumbiendo ante las dulces mentiras de la politiquería barata clásicas de los populistas, quienes solo buscan tomar el poder por la vía de la democracia para jamás soltarlo, e imponer un orden de miseria y de devastación.
Este es un orden macabro del cual un puñado de venezolanos hemos confrontado, con valentía y sigileza, pero también ha hecho que otros millones de nuestros conciudadanos hayan abandonado nuestra tierra para ubicar nuevos destinos, responsablemente diré que lamentablemente y a pesar de las circunstancias aquí vividas, pareciera que no todos han aprendido la dolorosa lección que el populismo nos ha dejado y a estás alturas se empeñan en tropezar con la misma piedra que alguna vez se atravesó en su camino, aún muchos tercos, manejados por sus ideas fracasadas, intentan en el exilio repetir el mismo procedimiento que llevaría a nuestra Venezuela padecer de la mengua que hoy sufrimos.
Si tomamos un ejemplo claro y más reciente de lo mencionado en el párrafo anterior, debemos tomar declaraciones brindadas por reconocidos artistas y personas «influyentes» en la farándula anglo-hispana, entre las declaraciones las destacadas sin lugar a dudas aquellas brindadas por la locutora y humorista criolla, Erika de la Vega están en primera fila y retumban en la opinión de los ciudadanos, dónde expresaba de forma tajante su preferencia al voto en las venideras elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Pero tanto su respuesta como el argumento para validar su postura además de sorprendente, fue muy controversial para muchos quienes valoramos la libertad de nuestras naciones, ella afirmaba en una entrevista televisada, sentir atracción por cierto candidato, dado al agradable temperamento del sujeto, su confiable forma de expresarse y su trato hacía ciertos grupos que se autodenominan como vulnerables.
Ciertas veces parece que este tipo de comportamiento es como una influenza, traspasa las fronteras y expone la ingenuidad a la que muchos están aún sujetos; desgraciadamente -aún en la actualidad- muchos ciudadanos están convencidos que votar por la persona más carismática, por el más simpático o por quien tenga el temperamento más agradable, sobreponer los sentimientos por encima de los proyectos jamás alteraría los cimientos de su estabilidad. Grave error y que tarde o temprano se paga caro, arruinando incluso los sueños de generaciones más jóvenes, considerado que tomando este camino, puede ser el núcleo central que da inicio a una serie de errores bastante peculiares que al largo plazo solo llevan que nuestras naciones caigan en una espiral de subdesarrollo y retroceso.
Que estas palabras sean de reflexión para todos los ciudadanos de Venezuela, y un rotundo rechazo a la idea de otorgarle el poder a políticos incapaces e insensatos. Para construir un nuevo país, una Venezuela resurgida y llena de gracia es necesario que de forma individual apliquemos criterios a la hora de elegir, analizar de forma profunda las decisiones que vayamos a tomar. Que jamás se nos olvide que la capacidad de gobernar y sobretodo de servir a través de la figura del Estado sin dudas no es cualidad de todos.
Renzo José Meza
Licenciado en Contaduría Pública
Secretario político estadal de Vente Barinas
@RenzoJMeza