Si a algo hay que prestar atención al momento de abordar una propuesta y venderla a la población a la cual está dirigida, es que dicha propuesta o visión debe ser expuesta en los mejores términos y con la mayor claridad. Quien la anuncia debe no solo señalar que ella es necesaria para resolver una situación determinada , y exponerla, sino que además, debe saber con precisión, y prever con detalle un plan que estructure sus fases de abordaje y plasme por escrito las acciones, los objetivos y las metas a lograr en un tiempo determinado. Además, este plan debe contener las estrategias específicas y contundentes, para garantizar su instrumentación, viabilidad y por supuesto su éxito.
Esto es así. A través de este artículo, y desde mi convicción política, defiendo la propuesta e instrumentación de la Operación para la Paz y la Estabilización (OPE), una idea expuesta desde el partido VENTE Venezuela, aunque hoy día ya es una propuesta de toda Venezuela. Estoy convencido de los alcances y de la necesidad de la OPE, así como de que ésta constituye la mejor vía para lograr la libertad de Venezuela. Como muchos venezolanos, estoy empeñado en difundir la transcendencia de esta acción multifacética y de coalición multinacional como fin liberador y humanitario para Venezuela.
La posibilidad de lograr estos fines considera una etapa de concientización de la ciudadanía venezolana, instituciones legítimas de gobierno, sociedad civil, gremios y a las agrupaciones políticas y cívicas sobre la necesidad, pertinencia y viabilidad de la instrumentación de la OPE como herramienta efectiva para alcanzar la libertad. Luchamos contra un régimen socialista, usurpador y opresor que tomó las riendas del poder para mal y para violar los derechos de todos los venezolanos, a quienes los ha empobrecido hasta niveles alarmantes e inhumanos. Llevamos 20 años de lucha contra una tiranía. Hemos hecho prácticamente de todo, para deshacernos de un sistema criminal. Ahora es el turno de la OPE, la última opción, y con ella lograremos nuestro propósito de ser libres.
Así, es necesario que como ciudadanos nos concienticemos sobre la trágica situación de Venezuela en el sentido de decidir ya sobre dar el punto final a esta incertidumbre de país, a esta crisis perversa y las implicaciones nocivas para nuestra sociedad. ¿En que consiste este proceso de concientización? Una acción importante es visualizarlo como el despertar de cada ciudadano a una realidad que nos inquieta, nos preocupa y nos consume la vida. Un sacudón a nuestras mentes con el propósito de avivarlas a buscar una salida, la mejor salida como solución.
Se trata de que avancemos más allá de las limitaciones y de los esquemas de resolución de conflictos manejados de manera tradicional, los cuales han resultado ineficientes e inútiles, como lo son entre otros, las opciones “democráticas”, por ejemplo, del ejercicio del voto y los diálogos, o los acuerdos a los cuales se ha recurrido en muchas oportunidades; iniciativas ensayadas muchas veces o decisiones abiertamente fraudulentas que más bien han oxigenado al régimen y que han dejado en los venezolanos el sabor de la amargura, la traición y la desesperanza.
En fin, se trata de que cada uno de nosotros comprenda el problema y lo internalice. Que esté en capacidad de advertir su grado de conciencia real o raciocinio, para comprometerse en la creación de su futuro y en el de las generaciones que han de venir. Que cada ciudadano comprenda la triste realidad que vivimos los venezolanos y como consecuencia de ello se active en su solución. Finalmente, que los ciudadanos actuemos, como debe ser, con ética, tomando decisiones ajustadas a principios y valores coherentes con la libertar a la que aspiramos.
Insisto, solos no podemos salir de esta situación. Es necesario reiterar sobre la necesidad de ser conscientes en relación con el contexto que vivimos y sus circunstancias. No tenemos la capacidad para someter, certeramente, a un conglomerado calificado de criminal ya que, mayormente, somos ciudadanos republicanos, civiles, y demócratas carentes de armamentos, formación militar y sin los recursos financieros requeridos para resistir y enfrentar a estos criminales que se apoderaron del país y lo expoliaron.
Dada toda esta complicación y la oscuridad en la que está inmerso nuestro país, las opciones para recuperar el Estado de derecho y de la República, son cada vez menos. Solo la instrumentación de una “operación compleja y multifacética” como la OPE representa una solución a corto plazo. La OPE se justifica en el marco de la necesidad que existe de recuperar la soberanía nacional, entregada a otros Estados y/o gobiernos, y por los continuos engaños y fracasos que han generados otras opciones o alternativas de solución asumidas en el pasado reciente, como lo son, la vía electoral y del diálogo con el régimen, entre otros.
Por ello, como venezolanos debemos apostar por continuar la instrumentación de la OPE y asumir, cada uno, el trabajo arduo y sin descanso para conformar una fuerza única, ciudadana, ética y política en el sentido de que se muestre y se evidencie la necesidad y viabilidad de la OPE. Por supuesto, se debe insistir para que la Asamblea Nacional dirija esfuerzos para construir un grupo de trabajo político ampliado que, de manera seria y expedita, analice y decida con prioridad, sobre los siguientes temas: (1) la necesidad de aprobar el Articulo 187, numeral 11 de la Constitución venezolana, (2) solicitar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la aplicación del Principio de Responsabilidad de Proteger (R2P) y, (3) Aprobar y solicitar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Denni León Arnesen
Coordinador de Organización de Vente Venezuela en el estado Barinas
@dennileon