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La Sociedad Fabiana o Fabianismo es el precursor del movimiento socialista inglés representado por el Partido Laborista Británico, fundada en 1884 por Sidney Webb y su esposa Beatrice Webb, cuenta con algunos famosos miembros de la intelectualidad británica siendo los más destacados el dramaturgo Geoge Shaw, la anarquista Charlotte Wilson, el escritor H. G. Wells y la feminista Emmeline Pankhurst. Su nombre se deriva en honor al general romano Quintus Fabius Máximus, conocido como Fabio Cuncactor, cuyo significado es “el que retrasa”; se identifican en la simbología con un lobo vestido de oveja y una tortuga.

Esta sociedad tiene como objetivo implementar el socialismo no mediante la lucha de clases y la revolución del proletariado tal como lo establece Carlos Marx o por métodos violentos como la revolucion bochevique rusa, sino de manera gradual y evolutiva; para ello establece mecanismos de infliltración en el poder político establecido, en los sindicatos, infiltrar al ejército y los cuerpos de seguridad, recurrir a la publicidad y a los medios de comunicación, promover e implementar reformas a la educación en los niveles de primaria y básicos, así como infiltrar profesores en las universidades que promuevan en sus cátedras de enseñanza los principios filósoficos y teóricos de este movimiento, de esta manera ir acostumbrando paulatinamente a la ciudadanía a un nuevo orden social.

El objetivo es avanzar sin prisa pero con seguridad, cuando encuentran algún obstáculo, se detienen, llegando incluso hasta retroceder, parafraseando a Mao Tse Tung “se dan tres pasos al frente, se retroceden dos y siempre se avanza uno”, luego esperan una situación adecuada o la oportunidad y siguen avanzando, hasta establecer un sistema socialista fabiano.

¿Qué es un sistema socialista fabiano? Es un sistema en que los medios de producción, estarán en manos de mega corporaciones creadas y dirigidas por unos individuos pertecientes al entorno o al “estatus quo” de esa super estructura de poder y regidas por una orientación del Estado, al final es el Estado el que va decidir que se va a producir, cuánto se va a producir y donde se va a producir, es decir, la implementación absoluta de la planificación centralizada.

Sí revisamos los 40 años de la llamada “cuarta república”, todo encaja en las doctrinas de este movimiento fabiano, se dieron las condiciones para la implementación del Fabianismo, Venezuela venía de ser una población rural, en su mayoría analfabeta, arrastraba estilos de liderazgo caudillesco, una economía dependiente de los altos precios del petróleo que permitieron el nacimiento de un nuevo “estatus quo”, los ciudadanos que mas que ciudadanos eran habitantes, resultaron encerrados en una burbuja de fino y delicado cristal; todas estas condiciones eran el caldo de cultivo para llevar a toda una nación al Fabianismo, tal vez poco ortodoxo, pero al final el sistema cumplía con todos los elementos de la planificacíon centralizada, hasta que la burbuja no soportó el peso de la ilusión y se rompió.

Una vez rota la burbuja, los antagónicos al Fabianismo pero parientes de estos, los Marxistas-Comunistas, aprovechan la ocasión y los fabianos son desplazados del poder, pero no han desaparecido aun continuan disfrazados, lobos con vestidos de ovejas, aliados de un régimen tiránico, haciendo una oposición de retraso, como lo hacia el general Quintus Fabius Maximus cuando atacaba el ejército del general cartaginés Ánibal con el fin de retrazar su avance (sólo que Quintus Fabius Maximus lo hacia como táctica de guerra para proteger a su nación, los fabianos “opositores” venezolanos actuales lo hacen como modo de protección, convivencia, conveniencia y sobrevivencia, de conservar su “estatus quo” y de dar oxigeno a un régimen oprobioso).

Esa oposición fabiana son los derivados de la “cuarta república”, algunos conservan sus nombres originales, otros han mutado adoptando diferentes colores y diferente narrativa, pero al final son los mismos lobos descendientes de aquellos que encerraron a nuestros padres y a nuestros abuelos en esa burbuja de delgado cristal; el objetivo es el mismo, tomar el poder a través de la manipulación, del engaño al ciudadano y del populismo venezolano nacido hace 60 años que nos trajo al oscurantismo.

Ramón Alberto Matute
Coordinador de Gestión Pública de Vente Apure