Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Al efectuarse un cambio, es necesario en el sector eléctrico, eliminar la parcialidad política como requisito para detentar puestos claves, y asegurar que los cargos de Dirección, Gerencia, y de jerarquía organizacional sean ocupados por profesionales destacados.

En 1998 el sistema eléctrico venezolano con empresas públicas y privadas, era considerado el mejor de América Latina, podía abastecer al 95% de la población con calidad de servicio, tecnología, robustez, estabilidad y confiabilidad.

Hoy, en 2020, el sector es incapaz de atender la demanda de electricidad; se encuentra muy reducida por la crisis económica y la pandemia.

El 28 de octubre de 1873 Venezuela conoce la luz eléctrica. Fue en la ciudad de Caracas cuando el químico Vicente Marcano, conocido como el científico venezolano más destacado del siglo XIX utiliza un dinamo impulsado por una máquina de vapor para iluminar la Plaza Bolívar.

El 14 de enero de 1886, se suscribe el primer contrato de suministro de luz eléctrica en América del Sur, entre el Consejo Municipal de Puerto Cabello y el señor Francisco de Paula Quintero. Pero no fue hasta 1888, cuando en la ciudad de Maracaibo se funda la primera empresa que operó de forma estable y que ayudó al crecimiento de la ciudad.

El 24 de octubre de 1888, se inaugura la empresa The Maracaibo Electric Light Co., con un capital inicial de 336.000 dólares y generadores comprados a Thomas Edison. Así fue como Maracaibo se convierte en una de las primeras ciudades de Sur América en tener servicio eléctrico. Hasta hace unos años atrás se llamó Energía Eléctrica de Venezuela (ENELVEN).

El sistema eléctrico de Venezuela está formado por plantas hidroeléctricas y termoeléctricas. No se incluyen las plantas eólicas en Paraguaná y La Guajira, cuya construcción se inició pero no operan. Se cuenta con ocho plantas hidroeléctricas, entre las cuales se destacan por su capacidad Guri, Caruachi y Macagua, sobre el río Caroní, en el estado Bolívar. Ellas constituyen el polo de generación más importante del país, con una capacidad instalada de 15.000 megavatios (MW). Las otras cinco hidroeléctricas se encuentran en la zona andina: Planta Páez, San Agatón, La Vueltosa (Uribante-Caparo), Peña Larga y Masparro, con una capacidad instalada de generación de aproximadamente 1.100 MW. Venezuela cuenta también con plantas termoeléctricas que usan combustibles (gas, diésel y fueloil), cuya capacidad instalada es de aproximadamente 19.000 MW (no se incluyen las pequeñas plantas de generación distribuida, en su mayoría no operativas).

Para transportar la electricidad generada, el país cuenta con más de 400 subestaciones, un sistema de transmisión integrado por más de 24.000 kilómetros de líneas de alta tensión a 765, 400, 230, 115, 138 y 69 kilovoltios KV), y más de cien mil kilómetros de redes de distribución que llevan la energía a los hogares, comercios e industrias.

La infraestructura eléctrica del país ha sufrido durante los últimos veinte años un proceso de deterioro gradual, pero sostenido, como consecuencia de las políticas y prácticas aplicadas por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En 1999 paralizaron los planes de expansión en ejecución. En 2002 congelaron las tarifas eléctricas. Los apagones nacionales no son nuevos, en el 2008 la crisis se hizo evidente para todos: hubo cuatro apagones nacionales. A finales de 2009, Corpoelec impuso restricciones al consumo de electricidad por la fuerte sequía y la indisponibilidad del parque térmico. En 2010 se decretó la emergencia eléctrica y se aprobó una Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico, -socialista-, que prohíbe la participación privada en el sector.

Las empresas eléctricas existentes fueron integradas en una sola: Corpoelec. El caos operativo del SEN se resume en cinco causas:

A) Desprofesionalización de la industria y abandono de la planificación a corto, mediano y largo plazo, en materia de operación y mantenimiento dejando a un lado los criterios técnicos y económicos para tomar decisiones.

B) Partidización de todas las estructuras organizativas de Corpoelec.

C) Abandono de la calidad de servicio, elemento fundamental.

D) Abandono de la gestión comercial que redujo los ingresos y provocó la corrupción que devoró miles de millones de dólares de la industria.

E) Diáspora de personal técnico especializado por desmotivación, malestar en el clima laboral de la empresa y alta gerencia actuando como comisarios políticos amenazando al personal.

EL GRAN DESAFÍO

La recuperación y transformación del sector de energía eléctrica venezolano tiene como objetivo estratégico principal revertir de manera rápida, con gobernabilidad, la emergencia presente actualmente en el sector, ofreciéndole al ciudadano venezolano un servicio eléctrico caracterizado por su continuidad, confiabilidad, estabilidad y calidad, desarrollando una institucionalidad ágil, desconcentrada y descentralizada, privilegiando los criterios de sustentabilidad ambiental y transparencia en la gestión pública con participación del sector privado en sus diferentes etapas, utilizando nuevas tecnologías y contribuyendo al desarrollo pleno del país.

Es necesario despolitizar el sector eléctrico, eliminando la parcialidad política como requisito para detentar puestos claves, a fin de asegurar que los cargos de Dirección, Gerencia y de la jerarquía profesional, sean ocupados por personas idóneas, que cuenten con la formación académica requerida y con los conocimientos, habilidades y capacidades que le permitan un desempeño profesional, signado por la ética, la estabilidad y la meritocracia.

Al ocurrir el cambio político, cuatro serán los programas esenciales en los cuales habrá que enfocar los recursos disponibles para atacar la emergencia: 1) recuperación del sistema nacional interconectado y la recuperación de las unidades de generación hidroeléctrica de Guri, Caruachi y Macagua. Paralelamente deberá comenzar la recuperación gradual de los sistemas de distribución, alumbrado público y comercialización en todo el país.

2) Es necesario formular un plan integral que incluya todos los componentes del sistema eléctrico. Se requerirán inversiones considerables durante varios años en generación, transmisión, distribución y comercialización.

3) Vincular nuevas tecnologías limpias para el desarrollo de sistemas compartidos.

4) Activar algunas plantas térmicas, entre otros elementos importantes.

Comparto con todos ustedes un balance general sobre el sistema eléctrico nacional, ante la ausencia de información y de una política energética integral y coherente, que ha impedido que Venezuela aproveche adecuadamente su extenso potencial de energías primarias para la producción eficiente y sostenible.

Recordemos que aún no se está haciendo absolutamente nada para recuperar el SEN, y que en el Zulia en los últimos días se han acentuado nuevamente los apagones y racionamientos.

Instagram/Twitter: @cabrerasadl