A finales del siglo XVIII, aparecieron unas teorías socialistas: Los utópicos, que pregonaban mejorar la condición humana; los renacentistas, implementar una propiedad colectiva; y los materialistas, quienes planteaban acabar con la propiedad privada.
Ninguna de estas «teorías» creía en la propiedad individual, porque aseguraban que era la causa de todos los males sociales, y por lo tanto decían que había que eliminarla, para así establecer una reconstrucción social -y al hacerlo- «surgiría la felicidad para todos los ciudadanos».
Según una recopilación de artículos de lectura de Vente Venezuela, el socialismo es: “Un sistema de organización social y económica basada en la administración colectiva o estatal y los medios de producción y distribución de los bienes”
Algunos creyeron que con el socialismo sus vidas iban cambiar, así como sus condiciones económicas. Fue lo contrario: colapsaron sus economías, problemas sociales, políticos, guerras, aumentó la pobreza y la miseria, en los países que aplicaron el socialismo.
Entonces aparecieron unos acontecimientos muy duros para el mundo: La Perestroika (Rusia), la caída del Muro de Berlín (Alemania Occidental y la Alemania Oriental), la Guerra del Golfo Pérsico (Países Árabes) y la Guerra Fría (Rusia y Estados Unidos), estos eventos cambiaron las historias de estas naciones y se convirtieron en economías prósperas y desarrolladas.
Históricamente, el socialismo -desde que nació- apareció para esclavizar al ser humano. Es una doctrina del mal, que trajo calamidades, sufrimientos, caos a nivel político y económico. Su único fin: destruir todo. El socialismo acaba con la propiedad privada, la libertad individual y el Estado de derecho.
Hoy, los países socialistas realizan foros, convenciones y reuniones (Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Cuba, España, entre otros) para llevar este socialismo -como sea- a todos los rincones y continentes. Con la premisa que son «progresistas», buscan instaurar el «Nuevo Orden Mundial», ya que la teoría materialista de Carlos Marx y sus otros teóricos, fracasó; ahora, «la renovaron», y aún siguen diciéndole al mundo que es la única ideología que debe predominar en todos los países, y la que va solucionar las condiciones de vida de los seres humanos.
El socialismo es miseria.
Sandra Dugarte
Politólogo
Coordinadora de Formación de Cuadros del municipio Barinas
@sanyadu