No es poca la gente que ya comienza a expresarse en relación al errático comportamiento del denominado G4 y el interinato, a decir de las demostraciones que han dado de caminar al ritmo de las imposiciones del régimen, al punto de servir de facilitadores en la adquisición de recursos en el marco de la «ayuda humanitaria», cuando lo correcto es echarle en cara a los causantes de la tragedia su responsabilidad ante el desastre nacional.
Como si estuviéramos revisando un texto del género historia del presente, hay mérito para apuntar, por ser del dominio público, que en la actualidad la reconocida oposición venezolana quedó integrada por los representantes de los cuatro principales partidos que lograron posicionarse a partir de las elecciones del 06 de diciembre de 2015 cuando se alcanzó el triunfo de la Asamblea Nacional. Ahora bien, cabe preguntar: ¿qué sucedió con aquella oposición que alcanzó el éxito el domingo 02 de diciembre de 2007, cuando la mayoría de los venezolanos se opuso a la reforma de la constitución?
Resulta evidente que este triunfo de la ciudadanía fue producto de un mensaje claro conducido por un oportuno liderazgo. De este hecho,al presente es de observar por una parte, como algunos representantes integrantes de la pseudoposición actual lograron apartar de la escena política a algunas personas que contribuyeron al mencionado triunfo, solo por no pertenecer a sus filas partidistas ni se prestaban a sus negocios, mientras por otra parte, los referidos pseudopositores sucumbian ante la ambición personal recogida en neologismos tales como: colaboracionistas, enchufados y cohabitadores.
Esta realidad conduce a determinar de manera impostergable el reconocimiento y establecimiento de la representación idónea que de forma real y efectiva recupere la confianza en el liderazgo que se requiere ante las circunstancias actuales, vista la emergencia compleja del caso venezolano, tomando en cuenta que la gran mayoría de los agentes que aún continúan haciendo el papel de opositores por parte del G4 y del interinato ya no tienen nada que aportar ante las múltiples respuestas que se exigen. A modo de ejercicio práctico, póngale rostro al interino y a cada uno de los agentes del G4, en fin, pregúntese de que manera, a estas alturas del partido, dichos actores políticos podrían realizar algo sumamente efectivo para revertir la tragedia nacional.
En definitiva, sabiendo que en los asuntos de políticas públicas no hay vacíos ni espera, es pertinente, oportuno y emergente la accion consistente en la organización y estructuración que constituya la genuina e idónea representación de la ciudadanía en plena convicción que los pseudopositores no se apartarán voluntariamente. Nadie dijo que sería fácil y por tanto, el llamado es a ejecutar un plan de acercamiento, alcance y abordaje de la ciudadania con el fin de rehacer un país libre, democrático y próspero.
Asdrubal Romero Silva