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En el ámbito político, es propio que un determinado sector opositor proclame un cambio en la conducción y dirección del gobierno, con o sin razón, generalmente a tenor del adagio «todo según el color del cristal con que se mire». Esto es así, aún cuando los resultados del gobierno en funciones sean de los mejores, en atención a lo expresado por la ciudadanía, a decir del bienestar que experimenten.

En tales casos, los actores políticos emitirán opiniones señalando fallas y errores, a veces, donde no los hay, para lo cual, quien hace actividad política debe tomar en cuenta aspectos que son ciertos, a saber por una parte, que lo politico es un fenómeno humano y como tal, no va a haber perfección a cabalidad. Por otra parte, que las necesidades humanas son de cada día y en materia política siempre hay que estar haciendo ajustes en la búsqueda de respuestas por lo menos bastante aproximadas a satisfacer y solucionar los problemas.

Si bien lo apuntado nos lleva al plano de la percepción objetiva del fenómeno político en relación a su naturaleza experiencial, existe un plano que opera a nivel subjetivo de cada persona referido a la manera de percibir eso que tiene que ver con lo político. En este sentido, es oportuno observar la presencia de un sin fin de motivos que pudieran conducirnos a rechazar todo lo que tiene que ver con el fenómeno político partiendo de elementales premisas tales como: el político es corrupto, ladrón, desleal, prepotente, arrogante, autoritario y pare usted de contar la cantidad de anti valores y anti virtudes ligadas al asunto político, por supuesto que, con sobradas razones. De esta manera, mucha gente decente ha rechazado incursionar en el activismo político con agravantes donde se destaca que por muy honrado que seas la política te va arrastrar a su lodazal.

Ahora bien, parece una contradicción que siendo el fenómeno político el medio por el cual los humanos se propusieron alcanzar bienes superiores para la sobrevivencia de la especie de manera gregaria, el resultado sea que la dirección política de una nación se encuentre en manos de gente inescrupulosa, portadores de los más bajos instintos y hasta criminales que por acción u omisión son capaces de ocasionar grandes desgracias a la ciudadanía.

De tal manera, que situaciones complejas como las que aquí nos traen exigen un cambio político que debe comenzar por la forma como hasta ahora se ha concebido y experimentado lo político. ¡Ah! ¿Pero acaso se nos dira que no, que en países como los nuestros ya eso se hizo así y no tiene remedio? En respuesta a eso diremos cosas como estas: Entonces ¿si usted tiene a su madre enferma y muy gravemente enferma no le buscaría remedio para recuperarla aún sin contar con los recursos suficientes? Sin vagos delirios de patriotismo cabe decir que la nación es la madre que nos parió y de aquí deviene el amor y la querencia por aquello que es bien nacional. Así como pensamos a la nacion como la madre, también se puede valorar a la nacion como la niña de nuestro hogar. Entonces decimos: ¿Acaso se dejaría en la desolación, abandono y descuido a la niña, hija, violada, abusada y vulnerada? Y peor aún, ¿abandonarla en manos del victimario en ejecución del vil delito consumado?

En reflexión de lo anterior dirán que son idealismos. Vean que no. Por si de manera peyorativa y burlesca se pretendiera decir que es idealismo, cabe destacar que un ideal es aquello que en principio se da en la mente, posible o no, utopía absoluta o relativa, pudiera ser al fin realizable. En demostración a esto, he allí los aviones surcando los aires y así como ese, muchos otros ejemplos. Una vez, una idea. Muchos se burlaron y no lo vieron pero quienes creyeron lo vieron. Desde aquí creemos en el cambio de una actitud surgida en quienes ven posible los cambios políticos, primero adentro en la mente, en la manera de percibir, abordar y reaccionar, de modo de producir los cambios en el mundo exterior convencidos que todos somos agentes de cambios aún en las circunstancias más complejas. Así, se espera por muchos: PRESENCIA, ORGANIZACIÓN Y ACCIÓN.

Asdrubal Romero Silva

Abogado, Msc. en Ciencias Penales

Coordinador Estadal de Formación de Cuadros

@AsdrubalRomer16