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La casa de estudio más grande de Venezuela agoniza tanto como lo hace nuestro país. Este artículo no es un escrito más, es un grito de auxilio al mundo académico porque en Venezuela estamos perdiendo la guerra, y una de las más grandes e importantes víctimas son las universidades venezolanas.

El régimen y sus personeros han tomado de laboratorio a la Universidad de Oriente (UDO) para controlarla, acabarla, someterla y extinguirla. Para luego ir por las demás universidades autónomas de gran prestigio e importancia histórica, académica y cultural para nuestra nación.

Bajo esta amenaza latente, nuestro accionar no puede ser blando, debe ser duro y contundente ante un régimen que se disfraza de democracia y legitimidad. Ya la exigencia de la comunidad universitaria no debe ser un buen sueldo o un buen bienestar estudiantil, porque lo que dará el régimen a cambio serán migajas, humillaciones y destrozos.

La única exigencia que debe caber en la mente de la comunidad universitaria, es que se vaya Nicolás Maduro con todo su sistema de mafia y torturador que le han hecho tanto daño a Venezuela. No hay otra ruta, no hay otra exigencia. Se tiene que ir porque esa es la única solución.

Edwin Rojas, responsable del secuestro al rectorado, de la quema de la biblioteca central de la Universidad de Oriente, la quema y extinción del oceanográfico de la UDO, y además de los innumerables ataques vandálicos a las estructura del núcleo de Sucre. El pasado 19 de abril de 2021 a través del portal Azulejo Digital (@azulejogigital) el usurpador del estado Sucre informó que tras una reunión con Cesar Trompiz, ministro de educación universitaria del régimen de Maduro, nombrara un “protector a la UDO”.

Con la excusa “la rectora abandonó la universidad”, quieren imponer un protector a la universidad, y ya sabemos cómo abocaban los poderes paralelos que impone el régimen y también como terminan destruidas las instituciones, tal como paso con la Asamblea Nacional.

Ahora bien ¿Para qué nombrar un protector a lo que Edwin Rojas se ha encargado de destruir? De llegarse a concretar esta macabra idea de nombrar un “protector” para la Universidad de Oriente, y no hay una respuesta contundente, protección y apoyo de las demás universidades en Venezuela, tanto públicas, como privadas, seremos testigos de la mayor violación a la autonomía universitaria, de los DDHH y la muerte de una universidad que nació en democracia y que le ha dado tanto al Oriente venezolano y al mundo.

La casa más alta, la casa que vierte su Orinoco de luz torrencial
Por siempre Universidad de Oriente

Javier Cisneros – Secretario Politico Estadal
@CisnerosVzla