Venezuela como muchos otros países latinoamericanos tiene una notable similitud en cuanto a aspectos políticos, creo que por eso nos tildaron de tercermundista o sub desarrollados, por cierto, ya comprendo mejor esta expresión. Hoy en día entiendo que el desarrollo viene acompañado de visiones, pensamientos libres, oportunidades, condiciones óptimas y sobre todo de gobernantes, que más que querer poder para someter, quieren poder para administrar bien lo que como país se tiene (sus riquezas).
Luego de décadas de alternabilidad de personalidades y partidos políticos (Adecos y Copeyanos), tuvimos una forma de ver la política desde una óptica nada agradable; personas que se fueron haciendo dueños de partidos, asignando a dedo los cargos dentro de sus organizaciones, no dando paso a nuevas generaciones para que con ello se lograran cambios, renovaciones, adaptaciones y actualizaciones, para lograr así un proceso de crecimiento acorde con el del resto del mundo. Al contrario, se quedaron como “dinosaurios” en pleno siglo XXI y se negaron a evolucionar, pretendiendo continuar manejando el país desde esa perspectiva.
Por otro lado, el régimen que siendo más astuto ya reconoce que hay un descontento en las bases, burlándose de los que todavía se niegan a creer que ser socialista es lo que los tiene sumidos en la miseria; les ofrecen la opción de elegir los candidatos desde las bases pero que al final es su propio círculo vicioso que no les dará paso a nada nuevo, simplemente entretenerlos mientras se termina de solidificar el sistema que los ha mantenido durante estos más de 20 años. Estos son los venezolanos que no entendieron, ni entenderán jamás que fue lo que pasó.
Vamos a ver la definición de opuesto:
“Término que se emplea para denominar a aquello que resulta totalmente distinto a otra cosa determinada. Lo opuesto, por lo tanto, es lo inverso o lo contrario. Para que algo pueda ser considerado opuesto es imprescindible que exista otra cosa con la cual se le pueda comparar, y que ésta tenga características absolutamente contrarias a la cosa en cuestión o contradecirse en algún aspecto específico”.
Por lo tanto, nos damos cuenta que simplemente la mayoría de los que están al frente como oposición no cumplen con esta regla imprescindible de ser diferente, opción que tenían los nuevos partidos que habían nacido (por ejemplo, PJ y VP) como alternativa de los partidos tradicionales AD y COPEI, entre otros.
Lamentablemente, éstos sucumbieron ante el hecho de no poder separarse de ese modelo socialista que los une más que solo por palabras, por las posturas populistas que los identifican.
Una vez identificados algunos rasgos generales de lo que son la mayoría de los partidos tradicionales, podemos profundizar un poco más las actuaciones que nos han llevado a este calvario y que ha durado tanto tiempo. Una vez tomado el poder por Hugo Chávez, la “Oposición” que tenia lazos mucho más fuertes de lo que imaginábamos, por ejemplo:
El que le da la libertad a Chávez es su padrino Rafael Caldera (Copeyano), y en lo sucesivo, conseguimos que la mayoría de las alcaldías y gobernaciones fueron ganadas por estrategia, donde los mismos adecos y copeyanos se traicionaban unos a otros dándole poder al chavista sin percatarse que a futuro era guillotina para algunos, inclusive, para sí mismos.
Encontramos personas que siendo “opositores” tienen o tuvieron contratos multimillonarios. Así mismo, los partidos que fueron emergiendo ante estos acontecimientos, la mayoría no tuvo esa capacidad de desprenderse de esos lazos defectuosos que como célula maligna hace metástasis luego que tiene contacto directo con ellos. Y como si fuera poco, ante la creciente preocupación del ciudadano -después del 2010-, al ver que el panorama político estaba dando unas señales de cambio, los tradicionales convencieron a los que venían surgiendo que con «unidad» lograrían vencer, pero estos fueron un caballo de troya que solo logró servir de puente para que el cáncer lograra infectarlos y hacer metástasis en ellos. Hoy tenemos comprometido todo un país con células malignas a todos los niveles, unos más comprometidos que otros.
Queda al descubierto quienes están en la búsqueda de la libertad y quienes no, quienes se esconden y tratan de quedar al margen, quienes ya no tienen remedio. Hay que operar y extirpar desde las entrañas. Por lo que es necesario e inminente en ésta operación, abrir, observar y examinar, para eliminar absolutamente todo lo malo, colocar en la palestra lo que se pueda recuperar y comenzar a desinfectar o sanar lo que esté mal, aislar lo que está bueno y trabajar desde ese espacio para recuperar paso a paso lo que tenemos y lo que han dejado.
Hay nuevas tendencias que han surgido ante la inoperancia de los partidos existentes y que nacen como alternativa en todos los aspectos, muestra una propuesta nueva, liberal, que impulsa un cambio radical a lo que hemos conocido durante estos últimos 50 años. De allí, lo difícil de comprender y de asimilar el NO ser populista ni socialista; creo que al principio será más híbrido, donde convergerán personas que tuvieron lazos con partidos tradicionales pero que se negaron a someterse o aceptar condiciones contrarias a lo que cree es correcto, personas que nunca hicieron política pero que quisieron aportar algo a su país y personas que nunca conocieron esa Venezuela que sus padres y abuelos les han descrito, pero apostando para que a futuro sus bases liberales logren fortalecer la vida, la libertad y la propiedad privada como base política, para que nunca más, algún venezolano tenga que someterse a la barbarie como la que hoy en día estamos viviendo.
Eso es Vente Venezuela, un partido que nace para impulsar la transformación radical y liberal que Venezuela necesita. Es algo complejo, se ve muy oscuro pero si nos enfocamos en lo que hemos avanzado, en vez de ver solo lo negativo, lograremos unificarnos en la salida.
Es el momento de desprendernos del pasado, desmarcarse del presente y reconstruir el futuro.
@LiyonePerdomo
Coordinadora del municipio Libertador, estado Monagas.