Mientras influencers propagandistas y la opoficción quieren hacer ver que todo está mejorando, los venezolanos acá en tierra estamos claros.
Esa «normalidad» de la que hablan, solo es accesible para quien se integre a las mafias, lavado de dinero y legitimación del régimen.
Se ve a diario gente de mi ciudad Escuque caminando hacia y desde Valera (16km ida y vuelta) con la finalidad de traer el sustento diario a su familia… ¿Y vienen a decir que ahora nos ven más felices?
El venezolano es resiliente y en este momento está decepcionado luchando por si mismo.
¿Quiere decir que nos conformamos o nos dimos por vencidos? ¡NO!
Estamos observando, replanteando y evaluando nuevas maneras de luchar y desplazar ahora no solo a la tiranía, sino también a esa opoficción que por tanto tiempo ha engañado a nuestra gente.
Estamos mirando bien las caras de quienes descaradamente se lanzan a la gran «fiesta» del saqueo y destrucción, diciendo que son la solución a un problema originado por ellos mismos. Ya no hay caretas cubriendo sus rostros… Lamentablemente tampoco hay medios que los muestren.
Lo que si hay, amigos míos, son venezolanos en «modo drone», como las lechuzas, vigilantes y claros en qué hay que saber gestionar este contexto, pues se ha convertido en el punto de quiebre entre los que queremos la libertad y los que quieren simplemente «hacer la jaula más comoda».
Hay un antes y un después de estos más de 20 años de manipulación cómplice desde la política, la opinión y los medios… La casta opoficticia ha hecho ver lo que hay detrás de ellos desde hace años: ¡Son lo mismo!
Cuando definitivamente logremos liberarnos, también lo haremos de ellos, pues forman parte del ecosistema oscuro que destruyó nuestra República y a todas las familias en ella.
Lo que no lograrán destruir será nuestra firme decisión de ser libres y constructores de nuestro propio futuro.
Es posible convertir a Venezuela en una tierra de gracia…
Es posible resurgir de las cenizas como el ave fénix.
Libertad, vida y prosperidad.
@CoachDivergente