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(San Cristobal. 14/09/2021) Vente Venezuela en el estado Táchira expresó a través de un comunicado que desde el partido liberal no convalidarán «la farsa electoral del 21 de noviembre».

 

A continuación, el comunicado en su integridad:

 

Vente Táchira no convalidará farsa del 21 de noviembre

La Dirección Ejecutiva de Vente Venezuela en el estado Táchira, consecuente con los ideales democráticos que profesamos, los cuales actualmente son conculcados por el régimen usurpador de los Poderes Públicos venezolanos, y ante la convocatoria electoral espuria y anticonstitucional del próximo mes de noviembre, nos dirigimos a la opinión pública para exponer algunas de las razones por las que, desde el punto de vista político, hemos decidido desconocer y, por tanto, no participar en actos con apariencia electoral en los que no existen garantías ni condiciones de imparcialidad y objetividad. El incumplimiento de las normas dispuestas en el ordenamiento jurídico venezolano vigente y los principios democráticos generalmente aceptados y reconocidos por la comunidad internacional, evidencian el trasfondo antidemocrático y fraudulento de la caricatura electoral impuesta para el próximo mes de noviembre.

Venezuela padece las inclemencias de una ideología que menoscaba la institución ciudadana republicana y destruye la estructura económica de la nación con el único propósito de sojuzgar las libertades ciudadanas y actuar bajo el amparo de la tiranía constitucionalizada por vías de hecho. En esta hora aciaga la autodenominada oposición y algunos grupos de ciudadanos se subrogan írritamente la representación de la sociedad civil, cuyo propósito sibilino y subrepticio es el colaboracionismo con los oscuros intereses que algunos políticos inoficiosos amparan para obtener dividendos personales. Por ello, no aceptamos que los mercaderes de las organizaciones con fines políticos o civiles hablen en representación de los ciudadanos que abogan por la libertad y los valores positivos de la democracia.

En el mes de diciembre de 2020 expresamos públicamente que no había condiciones para realizar elecciones parlamentarias. Como una opción de rebeldía civil, sabiamente los venezolanos nos negamos a convalidar la integración de un cuerpo legislativo inconstitucional. Esa acción ciudadana fue una contundente manifestación de voluntad de las mayorías en desconocimiento de las manipulaciones fraudulentas de las normas y los organismos electorales con el propósito de imponer el criterio autoritario de los mecenas y los aduladores del régimen y sus abyectos oposicionistas.

 

Las condiciones denunciadas en el mes de diciembre de 2020 no han variado. Por el contrario, en el organismo que debe regir los procesos electorales hubo intercambio de rectores para garantizar representaciones partidistas que fueron el resultado de escandalosas negociaciones del régimen y parte de la “oposición”. Incluso, aparecieron denuncias mutuas y divisiones entre los dirigentes de los partidos por presuntos contratos y beneficios económicos mal habidos.

Además, Venezuela sigue bajo el dominio de un sistema criminal que solo busca encontrar aires de legitimidad y reconocimiento internacional para quitarse el peso de las sanciones financieras que inmovilizan la riqueza y las prerrogativas que estaban disfrutando algunos dirigentes “rojos rojitos”. Históricamente los regímenes autoritarios inventan sus procesos que llaman comicios para justificar el control de los Poderes Públicos, pero imponen la manipulación y los mecanismos fraudulentos que les garantizan resultados favorables. Basta con preguntarse cuántas farsas de simulación electoral ha perdido el régimen castrista en Cuba para entender que, si no hay garantías creíbles de imparcialidad y objetividad, son imposibles las elecciones verdaderamente democráticas bajo los regímenes criminales.

Es inconcebible participar en el sainete electoral dirigido por delincuentes mientras el número de presos políticos aumenta progresivamente, sus derechos humanos son recurrentemente violados y en el encierro carcelario son prácticamente condenados a morir de mengua y desatención. Asimismo, la mayoría de los medios comunicación que profesionalmente cumplen su deber de informar, están bajo la amenaza y el constreñimiento que amordaza y entraña la censura y el sesgo de la libertad de expresión.

Persisten grupos irregulares que actúan al amparo de las instituciones para facilitar el amedrentamiento de los ciudadanos, por lo que el ejercicio libre del sufragio está condicionado a los delitos electorales impunes, los cuales son denunciados públicamente pero nunca se procesan los actores intelectuales ni materiales.

Se utilizan algunos efectivos de los cuerpos de seguridad policial y militar como activistas políticos. Por eso, la farsa electoral se convierte en un evento para el proselitismo exclusivo de los partidarios o integrantes de los grupos criminales, mientras que la representación de la oposición queda limitada al grito o la consigna vacía frente a los Centros de Votación.

 

Finalmente, la crisis humanitaria en Venezuela se agudiza. La inflación impide el acceso a la alimentación variada, el deterioro de los servicios púbicos es deprimente, las políticas de salud se improvisan y los venezolanos padecen las inclemencias de las enfermedades que son imposibles de tratar por razón médica y económica. La familia se desinstitucionaliza como célula fundamental de la sociedad porque, la emigración y el distanciamiento de los afectos la desintegran moralmente y sentimentalmente. Podemos afirmar que entre los ciudadanos se padece de un luto social silente, cuyo dolor es la voz de los venezolanos que exigen y esperan una salida urgente a la crisis de país.

Votar en los eventos que el sistema criminal monta para aparentar legitimidad, no garantizan el cambio. Así ha quedado demostrado en anteriores actos fraudulentos, pues solo sirven para la asignación de cargos de gobierno que deben elegirse en comicios libres y democráticos. Lo cierto es que se nombran para esos cargos a representantes no postulados por los asaltantes del poder cuando les conviene o lo acuerdan, y siempre asumen los organismos los colaboracionistas que olvidan el compromiso con la libertad y la democracia.

Por las razones expuestas, Vente Venezuela en el Táchira no va a participar en las farsas electorales auspiciados por grupos criminales para el mes de noviembre. Postular candidatos es hacerle el juego político a quienes tienen secuestrados los Poderes Públicos y a sus colaboradores oposicionistas. Seguiremos en la actividad política democrática como el Partido de la Libertad con la idea firme de organizar los ciudadanos para el restablecimiento de las instituciones republicanas, la transformación nacional y sin renunciar a la exigencia de elecciones libres y democráticas en las que sea posible participar en igualdad de condiciones y oportunidades.

 

DIRECCIÓN EJECUTIVA ESTADAL – VENTE VENEZUELA

ESTADO TÁCHIRA